Los Probióticos son alimentos o complementos alimenticios con microorganismos vivos que permanecen activos en el intestino y ejercen importantes efectos fisiológicos. Ingeridos en cantidades suficientes, pueden tener efectos beneficiosos, como contribuir al equilibrio de la microbiota intestinal del huésped y potenciar el sistema inmunitario.

Así bien, no todos los productos alimentarios presentan efectos probióticos, a día de hoy son pocos géneros de microorganismos los que están clasificados mediante estudios como probióticos.

Por ejemplo, no por tomar mucho queso, que contienen microorganismos vivos y productos fermentados, dichos microorganismos ván a actuar como probióticos.

Los Probióticos ayudan a la regulación de mecanismos inmunológicos, a la modulación de la microflora y al control de los procesos metabólicos. Es importante llevar una dieta equilibrada y saludable para que nuestra microflora intestinal pueda permanecer equilibrada.

El uso de los Probióticos es de especial importancia cuando estamos tomando antibiótico, ya que en las reacciones adversas de los antibióticos que más se usan en nuestro país (Amoxicilina, Amoxicilina + Ácido clavulánico y Azitromicina) aparecen, entre las primeras, diarreas y problemas gastrointestinales. Se toman al mismo tiempo que el antibiótico, aunque separados de la toma del antibiótico, pudiendo prevenir la aparición de dichos efectos adversos o acortando su duración. Las diarreas por el uso de antibióticos pueden aparecer hasta 8 semanas después del primer día de toma de antibiótico.

Frente a intolerancias alimentarias los probióticos pueden tener un papel importante para evitar las molestias gastrointestinales. Y reestructurar la microbiota intestinal dañada.

Yo, como paciente que he usado Probióticos, os recomiendo Ergyphilus Plus de los laboratorios Nutergia, tienen una presentación especial niños. Así que os animo, si tenéis la oportunidad de probarlos.

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