El ESTRÉS se ha convertido, para muchos de nosotros, en nuestro principal compañero de viaje, aquel que comparte nuestras preocupaciones y está a nuestro lado en los momentos de máxima tensión, pero, ¿cómo podemos saber si nuestra alteración nerviosa se corresponde con el estrés?

¿Cómo saber si tenemos estrés?

Las muchas responsabilidades que nos rodean en nuestra vida, ya sean derivadas del entorno personal o profesional, y que cargamos sobre nuestras espaldas, así como el ritmo vertiginoso con el que llevamos a cabo cada una de las actividades de nuestra vida diaria son algunas de las causas que pueden desencadenar la alteración de nuestro sistema nervioso  y, por lo tanto, llevarnos a estados de estrés y ansiedad que pueden ser perjudiciales para nuestra salud a medio o largo plazo.

El estrés esporádico no presenta graves consecuencias para nuestra salud, no así cuando ya se mantiene a nuestro lado durante un período prolongado de tiempo, hasta el punto de que nuestro organismo no pueda soportar toda esta tensión acumulada y termine por verse envuelto en una serie de afecciones que tiendan a deteriorar nuestro propio bienestar físico y mental.

La aceleración del corazón a un paso galopante, respiración acelerada, sudoración, temblores, mareos son algunos de los síntomas asociados al estrés, aunque también puede manifestarse en forma de trastornos digestivos como heces sueltas, una necesidad constante de orinar o sequedad en la boca. Cuando estos síntomas dejan de ser ocasionales y se repiten de forma constante, teniendo una causa que los pueda provocar como cambios importantes en nuestra vida o en el ámbito laboral, entonces se podría decir en líneas generales que padeces estrés.

Por ello es muy importante, antes de lanzarse a pensar de forma negativa, que estudies cada uno de estos síntomas y seas capaz de determinar el tiempo que llevan manifestándose en tu organismo, impidiéndote realizar de una manera mucho más cómoda las diversas actividades cotidianas.

Una vez hayas identificado estos síntomas y te decidas a actuar en consecuencia de cuidar y mejorar tu propia salud, es necesario que consultes con un profesional médico que pueda asesorarte al respecto para determinar si realmente es necesario seguir un tratamiento una vez haya estudiado cada uno de tus síntomas. De entre las muy diversas opciones que tienes a tu disposición para hacer frente al estrés, te recomendamos desde nuestro blog de Salud confiar en los beneficios de la homeopatía y naturopatía.

Esta terapia médica nos ayudará a tratar los síntomas asociados al estrés y los estados de ansiedad a partir, por ejemplo, de medicamentos como Sedatif, que además de no tener efectos secundarios como les sucede a otros medicamentos, no genera ninguna clase de dependencia. En cualquier caso, como se indicaba en líneas anteriores, siempre es recomendable confiar en los servicios de un médico cuando los estados de estrés son persistentes.

Es imprescindible analizar las diferentes causas que pueden provocar estrés en tu vida e intentar buscar soluciones naturales que te ayuden a aliviar cada uno de sus síntomas. Si nos detenemos, aunque solo sea por unos instantes en este mundo dominado por las prisas, para reflexionar y escuchar las señales y necesidades de nuestro cuerpo, podremos adelantarnos a cualquier amenaza y disfrutar de un mayor bienestar.

 

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